México y Canadá estudian impacto de derrames petroleros en vida microscópica

    • Por: Antimio Cruz
México y Canadá estudian impacto de derrames petroleros en vida microscópica | La Crónica de Hoy

Llenado de los Mesocosmos con agua marina colectada en las zonas donde interesa estudiar la vida microscópica y sus cambios.

Científicos de México y Canadá pusieron en marcha el proyecto binacional de Mesocosmos que busca comprender, con anticipación, qué impacto podría tener un derrame petrolero marino en la vida microscópica de zonas donde habrá nuevas exploraciones, como las aguas profundas del Golfo de México y el Golfo de Saint Laurent, en Canadá.

Los mesocosmos son contenedores de agua marina de un tamaño mediano, en los cuales se reproducen las condiciones ambientales de una parte del mar, al imitar temperatura, presión y colocar una población de microorganismos que proceden de la zona que se interesa estudiar. Después de que se imitan las condiciones de la zona de mar que interesa comprender se provocan algunos cambios físicos, químicos o biológicos de ese pequeño ambiente y se observa cómo reaccionan los microorganismos.

El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur-Conacyt), de México, y el Instituto de Ciencias Marinas de Rimouski (ISMER), de Quebec, Canadá, dieron a conocer este trabajo conjunto cuya parte científica inició el 21 de junio, con la primera colecta de muestras de agua en el Golfo de Saint Laurent.

El nombre oficial de este esfuerzo compartido es “Experimentos en mesocosmos para evaluar la vulnerabilidad de los ecosistemas marinos ocasionado por la industria petrolera: comparación latitudinal”. Además de tener el componente de investigación también es un proyecto educativo pues considera el apoyo para que jóvenes investigadores de los dos grupos visiten al país socio y hagan sus primeras estancias de investigación en el extranjero.

Las preguntas son de gran calado o profundidad, por ejemplo: ¿Cuál es el impacto de un derrame petrolero en la supervivencia de zooplancton y plancton, que son la base de la cadena alimenticia marina? ¿Qué capacidad de recuperación o resiliecia tienen, después de un derrame, el plancton, las bacterias y los virus presentes en el mar? y ¿Qué posibilidad hay de que algunas bacterias presentes en el mar ayuden a degradar diferentes tipos de hidrocarburos?

Los científicos de los dos países realizarán experimentos con decenas de Mesocosmos, cada uno de los cuales es sistema experimental independiente que permite reproducir características ecológicas similares a las del sistema natural antes y después de un derrame.

PREVENCIÓN ECOLÓGICA. La actividad petrolera en el Golfo de Saint Laurent se encuentra actualmente en fase exploratoria y en el Golfo de México se ha iniciado una nueva etapa de exploración y extracción petrolera derivada de la reforma energética. Por esto se considera que la formación de un grupo de trabajo binacional México-Quebec llega en un momento propicio.

Al unir talentos y capacidades científicos, técnicas y de infraestructura de los dos países se puede abordar una problemática mundial a través de soluciones innovadoras conjuntas.

El doctor Daniel Pech, de Ecosur y el doctor Gustavo Ferreyra del ISMER, de Canadá, dirigen el proyecto que este verano realiza sus primeras labores de campo y laboratorio en Quebec, como parte del XV Grupo de Trabajo México-Quebec (2015-2017).

El diseño experimental permitirá evaluar la reacción de la comunidad bacteriana de la columna de agua, la capacidad de resiliencia de la comunidad planctónica que vive en las aguas superficiales y la contribución de los exopolímeros de origen bacteriano para eliminar los hidrocarburos en la columna de agua en dos grandes ecosistemas potencialmente expuestos a derrames de petróleo.

Este proyecto es financiado por fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con la Convocatoria conjunta de movilidad México-Québec – Foncicyt y el Fondo sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos. Colaboran también el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad de Mérida y el Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGoM).