Rosario Romero Centeno y Jorge Zavala Hidalgo

Antes de entrar en materia sobre la contribución del tomo sobre meteorología, nos gustaría iniciar poniendo en contexto la relevancia de la información que contiene.

El Golfo de México es reconocido mundialmente como un cuerpo de agua vasto y productivo con un enorme valor ecológico, económico y social, dada la amplia gama de actividades que se desarrollan tanto en sus zonas costeras como mar adentro. Es también una zona de alta explotación y producción de gas y petróleo y, como tal, se ha visto afectada por derrames de hidrocarburos que impactan de manera muy importante a los ecosistemas, las actividades marítimas, los recursos pesqueros, el turismo y la agricultura. Asimismo, la atmósfera sobre el lugar del derrame, e incluso en zonas alejadas, se contamina con partículas que pueden afectar severamente la salud de las personas que viven en las costas, de quienes trabajan en las labores de recuperación y limpieza y de los mismos organismos afectados por el derrame. Esta circunstancia nos muestra la importancia de realizar estudios encaminados a entender mejor el funcionamiento del golfo, no solo desde el punto de vista de su biodiversidad y ecología, sino también desde el punto de vista de su dinámica oceánica y atmosférica.

Las características oceánicas del golfo están determinadas, en buena medida, por las condiciones meteorológicas que en él se presentan. Éstas se dan a través del esfuerzo del viento sobre la superficie marina y por procesos de intercambio de calor y vapor de agua entre el océano y la atmósfera, como la precipitación y la evaporación. Todos estos procesos atmosféricos y de interacción aire-mar afectan la temperatura del océano, su estratificación, la mezcla en las capas superficiales, el oleaje y las corrientes, particularmente sobre las plataformas continentales.

En el golfo todos los años ocurren eventos meteorológicos extremos, como las tormentas tropicales y huracanes y los nortes o frentes fríos. Las tormentas tropicales y huracanes, que ocurren principalmente durante los meses de verano, cuando el mar es más cálido y favorece su formación, pueden provocar grandes devastaciones en las regiones por donde entran a tierra debido a las lluvias torrenciales y a los vientos tan intensos que generan. En tanto que los nortes, que ocurren principalmente durante el otoño-invierno, cuando llegan al golfo masas de aire frío provenientes de latitudes altas, provocan descensos de temperatura marcados y también fuertes vientos y precipitaciones.

El tomo sobre meteorología (https://atlascigom.cicese.mx/es/dataset/libro-atlas-tomo-1) que incluye la caracterización climatológica de variables meteorológicas como la temperatura del aire, la precipitación, el viento, la humedad relativa y la evaporación, aporta información valiosa para mejorar el entendimiento de los procesos de interacción aire-mar en la región y, en particular, de aquellos que influyen en la dispersión de los contaminantes vertidos a la atmósfera y el océano durante un derrame de hidrocarburos.

La información contenida en los mapas de este tomo es producto del procesamiento de una gran cantidad de datos horarios generados con un modelo numérico de circulación atmosférica que se corrió para un período de 39 años que va de 1979 a 2017. Además, se incluyen mapas de las trayectorias, intensidades y sitios de entrada a tierra de los ciclones tropicales (tormentas y huracanes) que históricamente han afectado al golfo (con datos de la National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA), así como un análisis estadístico sobre la ocurrencia de nortes. En la investigación y elaboración de este tomo participamos alrededor de 15 personas, entre investigadores, técnicos, estudiantes y becarios. Para la modelación se utilizó equipo de supercómputo del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático y la supercomputadora Miztli de la UNAM.

El conocimiento generado por nuestros estudios, que se ha plasmado y condensado en los mapas y gráficos del tomo sobre la meteorología del golfo, puede ser de utilidad para sectores como el pesquero, turístico y de transporte marítimo. En particular, puede servir de apoyo en la planeación de diversas actividades relacionadas con posibles accidentes de la industria petrolera, ya que se pueden analizar las variaciones espaciales de las distintas variables meteorológicas a lo largo del año, así como la probabilidad de ocurrencia de eventos extremos (en este caso de nortes y ciclones tropicales).

Los fenómenos meteorológicos no siempre suceden el mismo día y a la misma hora en un sitio dado, ya que son producto de muchos factores y de las características geográficas particulares de cada región. Siempre tendremos variaciones espaciales y temporales de las condiciones meteorológicas, cuyo análisis requiere de diversas herramientas. Una de estas herramientas son los modelos numéricos, ya sea para reproducir las condiciones en tiempos pasados o para proporcionar pronósticos. Para el mejor desempeño de dichos modelos se requiere alimentarlos con datos de las condiciones observadas y, por ende, es necesario mantener un monitoreo constante de estas, llevar a cabo procesos de control de calidad de los datos y poder tener acceso oportuno a la información. El contar con modelos que proporcionan pronósticos más acertados servirá para poder elaborar sistemas de alerta temprana tan útiles para una gran cantidad de actividades socioeconómicas y cotidianas de la población.

Rosario Romero Centeno y Jorge Zavala Hidalgo
Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, UNAM
Correo-e: rosario@atmosfera.unam.mx

Tomado de: La Jornada Ecológica