Ma. Eugenia Allende-Arandía, Christian M. Appendini, Rodrigo Durán y Ricardo Quintana-Barranco

Desde hace más de dos décadas, las costas del Caribe mexicano han sido testigo de la llegada masiva de sargazo. Al comienzo, en el año 2011, los científicos creían que estos eventos estaban relacionados con cambios en las condiciones físicas del agua y la atmósfera, ya sea por causas naturales o antropogénicas.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la frecuencia y cantidad de sargazo que llega a México ha aumentado. Hoy en día, estos eventos ya no son considerados anómalos y han evolucionado de ser un problema local a un problema nacional.

El impacto del sargazo en las playas del país afecta a varios sectores, incluyendo el social (principalmente la salud), ambiental y económico. Por lo tanto, es una situación que requiere una solución conjunta entre instituciones académicas, de gobierno y la sociedad.

El sargazo es un alga pelágica que flota sobre la superficie del océano, desplazándose con las corrientes, los vientos y el oleaje. Para entender cómo se transporta el sargazo, es imprescindible conocer la dinámica del océano y los procesos que la influyen, modulan y modifican.

De esta forma, los científicos buscamos comprender los procesos que transportan el sargazo y así poder pronosticar las trayectorias más probables y determinar su camino del mar profundo hasta la costa.

Para realizar estos pronósticos, utilizamos modelos numéricos que simulan el movimiento del océano y utilizan partículas virtuales que se mueven con las corrientes superficiales. Con estas partículas se puede estimar su trayectoria y la época del año en que podría arribar el sargazo, así como la cantidad y la ubicación en la que podríamos esperar que arribe.

Estos modelos consideran las variables físicas más importantes para el desplazamiento y la trayectoria que sigue el sargazo, siendo las más importantes las corrientes marinas, el oleaje, el efecto del viento sobre la superficie del océano, la morfología de la costa, el efecto del fondo marino y el efecto de los ambientes costeros (arrecifes, lagunas, ciénagas) en la región del Caribe mexicano en el estado de Quintana Roo, México.

Implementar un pronóstico numérico tiene grandes desafíos, comenzando por el desafío que representa el uso de distintas aproximaciones para incluir las variables físicas y su contribución en la dinámica superficial del mar, como puede ser la contribución del viento y el oleaje, al transporte.

Siendo que el sargazo es un organismo vivo, las cantidades de esta alga también están influenciadas por las condiciones físico-químicas del mar, ya que su biología responde a la disponibilidad de nutrientes en el agua. De esta manera, los modelos numéricos de transporte de sargazo (como partículas virtuales), deben simular su crecimiento para tener una correcta estimación de los volúmenes que se espera que lleguen a la costa.

Sin embargo, tenemos otro desafío más que atender, y es el de conocer su ubicación en el Caribe, ya que su posición es determinante para iniciar los modelos de transporte y estimar la ruta por la cual llegará a las zonas de interés.

Estos desafíos requieren de un trabajo multidisciplinario en el cual se involucran pruebas de laboratorio y mediciones in situ para estimar tasas de crecimiento, volúmenes de sargazo que conforma una balsa en mar abierto (se han reportado espesores de centímetros hasta algunos metros de profundidad), detección del sargazo por sensores remotos, entre otros.

El objetivo de llevar a cabo pronósticos numéricos es proporcionar información útil a las instituciones encargadas de tomar decisiones, al igual que un pronóstico meteorológico.

El reto consiste en lograr tener un pronóstico preciso, que minimice los errores numéricos y la incertidumbre de estas herramientas numéricas, lo cual requiere una colaboración interdisciplinaria de expertos en diferentes áreas del conocimiento.

Hasta ahora se han logrado avances significativos en el campo oceanográfico, identificando barreras naturales y rutas de transporte, pero aún se requiere explorar y considerar las condiciones ambientales para estimar el crecimiento.

El grupo de trabajo de modelación numérica conformado para abordar el problema del sargazo continúa sus esfuerzos para lograr una herramienta de pronóstico operacional que atienda este problema, brindando información valiosa para la Secretaría de Marina, para que tome medidas efectivas que logren mitigar los impactos del sargazo en playas del Caribe mexicano.

Ma. Eugenia Allende-Arandía, UNAM-II-LIPC-Sisal
Christian M. Appendini, UNAM-II-LIPC-Sisal
Rodrigo Durán, NETL-U.S. DOE Albany, OR, USA
Ricardo Quintana-Barranco, UNAM-II-LIPC-Sisal
Correo-e: mallendea@iingen.unam.mx