Ninguna planta de producción de hidrocarburos en el mundo está exenta de derrames de petróleo. Por ello, científicos mexicanos Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGoM) trabajan en simulaciones computacionales sobre estas contingencias para saber actuar y minimizar los riesgos en el Golfo de México.
El CIGoM está desarrollando el proyecto “Implementación de redes de observación oceanográficas (físicas, geoquímicas, ecológicas) para la generación de escenarios ante posibles contingencias relacionadas a la exploración y producción de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México”, iniciativa financiada por el Fondo de Hidrocarburos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Secretaría de Energía.
El Fondo decidió invertir 1,500 millones de pesos para realizar y tener lista en 2020 la línea base del Golfo de México, a partir de cinco líneas de investigación que actualmente se desarrollan en CIGoM.
Una de ellas se denomina “Modelos numéricos de circulación y biogeoquímica”, con la cual se busca crear simulaciones por medio de modelos matemáticos que ayuden a predecir la dispersión y degradación natural de los hidrocarburos en caso de un derrame.
Este estudio está a cargo del doctor Julio Sheinbaum Pardo. Consiste en integrar los modelos numéricos de circulación con modelos biogeoquímicos y ecológicos dentro de un sistema para examinar la evolución, el destino y los posibles efectos por derrames significativos de hidrocarburos.
“Desarrollamos modelos muy sofisticados con herramientas computacionales para hacer este trabajo; simulamos corrientes, temperaturas, vientos en la atmósfera y el oleaje, para saber cuál sería el impacto que esto podría tener en caso de un derrame de petróleo en el Golfo de México”, explica el doctor Sheinbaum Pardo.
Agrega que el objetivo es proveer de información a los tomadores de decisiones y minimizar el impacto que puede tener un posible derrame de petróleo.
En junio de este año se realizó un taller de modelación numérica en las instalaciones del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE), Baja California, en el que se integró toda la información generada hasta el momento por los distintos grupos que conforman la línea 3: “Modelos numéricos de circulación y biogeoquímica”.
En la reunión participaron, además de una treintena de investigadores, varios estudiantes y técnicos de instituciones como el Centro de Ciencias de la Atmósfera y la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología Campus Sisal, ambos pertenecientes a la UNAM; la Universidad Autónoma de Baja California; y el propio CICESE.
Tomado de: Proyecto FSE
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