Alicia González, Daniel Torruco y Alan Torruco
Investigadora e investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional
El estudio de la interacción de las comunidades bentónicas marinas y de sus patrones de distribución, abundancia y composición requiere de la capacidad para definir, de manera comprensible, procesos y características de los principales constituyentes de esas comunidades. Para aproximarnos a estos patrones, en las siguientes líneas se muestra un ejemplo con los moluscos, ya que éstos forman grupos de la mayor incidencia en la megafauna. Los resultados aquí compartidos proviene de cuatro cruceros en puntos selectos del golfo de México.
Desde hace décadas, diversos estudios indican que las comunidades bentónicas han sufrido cambios en la disminución de biomasa, diversidad y composición de especies, con casos de sucesión. La investigación ecológica en el golfo de México ha enfatizado que las tormentas de invierno y escorrentías de ríos son los procesos físicos más importantes que influyen en la estructura de la comunidad bentónica; sin embargo, en el Cinturón Plegado Perdido, la sucesión es imperceptible, aunque sí hay cambios en la proporción de dominancia de muchas especies. Esto ha implicado realizar una descripción más detallada de los diferentes grupos de la megafauna, para de esta manera tratar de discernir un patrón congruente con los cambios de los descriptores ecológicos, tanto espacial como temporalmente.
¿Cómo sabemos lo que sabemos?
La metodología utilizada en el proceso de descripción fue la siguiente: obtención de las muestras mediante arrastres de fondo con red de trineo, por aproximadamente 30’ de duración y cubriendo alrededor de una milla náutica. Los sitios se muestran en la figura 1. Las muestras se separaron, pesaron y congelaron para su identificación, cuantificación y medición individual en el laboratorio. También se elaboraron matrices de densidad para su análisis estadístico, lo que consistió en la obtención de la riqueza de especies, la diversidad ecológica y la descripción de la distribución espacial de estos parámetros comunitarios, junto con los valores de abundancia y biomasa en relación con los factores del ambiente y de algunos metales e hidrocarburos, mediante un análisis canónico.
En total, se realizaron 94 arrastres cubriendo un área de 844 675 m2, durante 43 horas y un intervalo de profundidad desde los 45 hasta los 3 600 m, lo cual representa un récord para este tipo de estudios en el golfo de México. En cuanto a la abundancia y la biomasa, en el último crucero registramos los valores más altos.
La riqueza de especies y la diversidad están representadas en la figura 2: el valor más alto de la riqueza corresponde al segundo crucero, donde se presentó una gran cantidad de organismos de mayor tamaño, ya que este crucero alcanzó el mayor valor de biomasa; mientras que el valor de diversidad más alto se obtuvo en el tercer crucero, donde la relación entre el número de especies y su abundancia relativa fue más consistente.
Sin embargo, la dominancia estuvo representada de manera total por doce especies, según puede observarse en la figura 3, donde algunas fueron dominantes en varios cruceros: Mercenaria campechiensis fue la más dominante en tres cruceros, su dominancia varió de 16 a 30 %.
Diversidad y profundidad
Contrariamente a las hipótesis tempranas de disminución de la diversidad con profundidad, los modelos actuales de diversidad en aguas profundas asumen una curva unimodal con altos valores de diversidad en la vertiente continental (200-2 000 m de profundidad) o aumento continental (2 000-4 000 m) con valores más bajos en hábitats más profundos. En nuestro caso, coincidimos con esos altos valores que aún están influidos por la vertiente continental en esta región.
La distribución espacial de los descriptores comunitarios se presenta muy cercana a las arenas muy finas y medias, así como a la temperatura, materia orgánica y carbono total (Figura 4). Parece que el ambiente físico también es determinante para las tasas de alimentación y la competencia de los moluscos, pero también es posible que varios factores puedan funcionar concatenados en un momento dado.
Por otro lado, la relación entre las variables climáticas de gran escala y locales puede cambiar con el tiempo. No se presenta relación cercana con la biomasa o abundancia de peces; no obstante, otros grupos de la megafauna que no fueron considerados podrían acercarse a esta distribución espacial de descriptores, al interaccionar como presas o depredadores de esta fauna.
Las especies identificadas son consideradas organismos con grandes capacidades de adaptación y es posible que su dominancia esté regulada por el espectro trófico y por el favorecimiento de las condiciones del ambiente. Las especies dominantes son principalmente detritívoras y filtradoras, como lo han reportado otros autores. Esto es un intento por explicar los patrones identificados en la naturaleza de parche del hábitat que se presenta en el fondo, pues se mantienen mecanismos causales de tales patrones.
Esta fracción de los invertebrados de la megafauna es extremadamente compleja, ya que los diferentes taxones muestran especialización hacia el hábitat, lo que conlleva la expresión de otras variables, como la presencia de etapas de reposo en ciclos de vida complejos y el tamaño del cuerpo.
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