El proyecto tiene más de mil 300 mapas contenidos en 11 tomos. Uno de sus objetivos es que pueda ser utilizado para elaborar políticas de uso racional de los recursos naturales del Golfo.
- Redacción AN / LLG
El Atlas de Línea Base Ambiental del Golfo de México del Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGoM), del cual forma parte la UNAM, es una representación geográfica de las características meteorológicas, de circulación, oleaje, hidrográficas, biogeoquímicas, biológicas y ecológicas de la región.
El proyecto representa, hasta ahora, la más extensa caracterización oceonográfica que se haya desarrollado en el país.
Asimismo, se centra en la Zona Económica Exclusiva de México, la cual es de importancia estratégica ya que abastece de recursos naturales, alberga alta biodiversidad, sustenta el turismo y provee de servicios ecosistémicos, por lo que está íntimamente ligada al bienestar social y la economía nacional.
El contenido del Atlas se realizó entre 2015 y 2021, de acuerdo con un boletín de la UNAM emitido en días recientes, por cientos de especialistas y colaboradores de diferentes instituciones y disciplinas que conforman el Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGoM).
La obra está integrada por 11 tomos autoexplicativos entre los que se encuentran: circulación oceánica y oleaje, hidrografía, biogeoquímica, imágenes de satélite, comunidades marinas, hidrocarburos, contaminantes, entre otros.
La idea surgió tras darse cuenta del vacío de conocimiento y la falta de tecnología para realizar los estudios después de la explosión en la plataforma Deepwater Horizon, que provocó el mayor desastre por derrame de hidrocarburos registrado en el Golfo de México.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Secretaría de Energía emitieron una convocatoria para realizar las investigaciones.
De esa manera se creó el CIGoM, en el cual también colaboran instancias como los centros de investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. De 2015 a 2021 se realizaron aproximadamente 300 investigaciones, y uno de sus resultados principales es el Atlas.
El Tomo II. Circulación oceánica y oleaje cuenta con 80 mapas que presentan la circulación del Golfo. Los investigadores señalan que realizarlo fue un reto porque esta zona tiene una de las corrientes más intensas del planeta, con una gran cantidad de remolinos que se desplazan, a lo cual se suma la influencia de los sistemas meteorológicos que provocan variabilidad.
Respecto al Tomo I. Meteorología, Rosario Romero Centeno, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), dijo que ésta tiene una influencia determinante sobre condiciones y las características oceánicas, en este caso, del Golfo de México: temperatura, salinidad, oleaje, corrientes, etcétera. Además, cada año ocurren eventos extremos que también impactan las condiciones oceánicas.
De acuerdo con los especialistas, la obra explica la importancia del conocimiento sobre las condiciones atmosféricas, así como las meteorológicas típicas que afectan al Golfo, incluyendo definiciones como frentes fríos, ciclones tropicales, entre otros.
Uno de los contenido más relevantes es el Tomo X. Distribución de Bacterias pues es el primer estudio a gran escala de la zona sobre este tema.
Rosa María Gutiérrez Ríos, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, señaló:
“Algunas bacterias son indicadoras de la salud. Cambios en las concentraciones de clorofila hablan de modificaciones en las concentraciones de carbono, nitrógeno o azufre, que refieren a transformaciones del clima y del mar que influyen en nuestra vida cotidiana”.
Además, Gutiérrez indicó que este estudio no tiene precedentes en el mundo debido a que ningún otro cubre una zona tan extensa como la que ellos estudiaron.
Por otro lado, Margarita Gallegos Martínez, de la UAM Iztapalapa, informó que el Tomo VI. Pastos marinos, establece dónde están distribuidos y cuál es la superficie que ocupan en cada una de las regiones de estudio. “Es un dato importante porque no conocíamos dónde están, qué especies los constituyen, y menos aún, la extensión que ocupan. Eso significó un trabajo de cuatro años porque mapear la zona costera en el Golfo no es tarea fácil”, añadió.
El objetivo es que los datos sirvan para hacer contrastes futuros y puedan ser utilizados para elaborar políticas de uso racional de los recursos naturales del Golfo.
En total, el proyecto tiene más de mil 300 mapas contenidos en los 11 tomos.
Al respecto, Gilberto Hernández Cárdenas, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, refirió que consta de cerca de mil 200 páginas en total, con información original e interesante para el público en general.
El experto recalcó que el Atlas, que se puede consultar en esta página, puede ser de utilidad para diferentes usuarios, como la Secretaría de Energía, los sectores de ecología y ambiente, transporte, clima, conservación y manejo de recursos, investigación y protección civil.
Tomado de: Aristegui Noticias
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