Eduardo Cuevas, Xavier Flores Vidal, Abigail Uribe Martínez, Noé Arias Martínez, Oscar Reyes-Mendoza y Laura Carrillo

Uno de los mayores vacíos en el conocimiento sobre la dinámica espaciotemporal del sargazo pelágico son sus rutas de movimiento a escala local, así como sus agregaciones, tanto de ingreso y salida del Caribe mexicano. Caracterizar y estudiar dichas rutas, ayudará a comprender mejor su dinámica y determinar probabilística ente las zonas de arribo a la costa. Las imágenes satelitales nos han permitido entender que la cantidad de sargazo pelágico que arriba a la costa de Quintana Roo es mínima en comparación con la cantidad detectada en aguas abiertas, a más de 50 kilómetros de la costa, y que podría considerarse como disponible en el océano. Para la planeación, previsión y operaciones de atención a las contingencias por arribazones de sargazo, es crucial conocer las rutas usuales de movimiento de las balsas de sargazo en el Caribe mexicano, el tiempo que les toma ir de la zona oceánica a la línea de costa, los valores umbral de distancia para que bajo condiciones de corrientes, viento y oleaje particulares impacten la costa, así como también las condiciones fisicoquímicas del agua en las que se mueve el sargazo, entre otras numerosas incógnitas.

Las balsas de sargazo son una matriz intrincada formada por la agregación del alga, formándose mantos de forma variada dependientes de las condiciones de oleaje, viento y corrientes superficiales. Las extensiones de las balsas pueden alcanzar decenas de kilómetros. Estas condiciones de forma y su agregación/disgregación provocan una dinámica particular de la forma en que se mueven con grandes retos para la modelación numérica de su traslado. El estudio mediante mediciones directas del movimiento de objetos a la deriva en la superficie oceánica, aunque no tengan las condiciones de forma y estructura idénticas a las del sargazo, brinda un conocimiento estratégico para el avance de las herramientas de monitoreo y alerta temprana del arribo de sargazo.

En el marco de un proyecto de investigación de Ciencia de Frontera financiado por el Conacyt, se aliaron la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el Programa de Investigadoras e Investigadores por México del Conacyt, El Colegio de la Frontera Sur y la Universidad Autónoma del Carmen, para el despliegue y rastreo satelital de 14 boyas denominadas Derivadores Oceanográficos Remoto In Situ (DORIS), en estrecha coordinación y cooperación con la Secretaría de Marina Armada de México (Semar). Estas boyas o derivadores son un desarrollo tecnológico del Observatorio Oceanográfico Regional Costero (OORCo, https://oorco.ens.uabc.mx/) del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la UABC, en el marco del proyecto del Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGoM).

Las DORIS toman mediciones autónomas y las transmiten al usuario en tiempo cuasi real, i.e. unos cuantos minutos después de haber realizado la medición in situ. DORIS utiliza un microcontrolador con capacidad para medir hasta seis variables elegidas por el usuario, pueden ser: posición geográfica (para estimar trayectorias de deriva), temperatura, oxygen, pH, conductividad o fluorescencia. El microcontrolador de DORIS cuenta con telemetría inteligente que le permite elegir, en función de su posición geográfica, si realizará sus transmisiones vía satélite Iridium o vía GPRS local (telefonía celular), minimizando los costos de operación. Gracias a sus componentes resistentes al agua salada y fotoceldas que recargan sus baterías diariamente, este instrumento oceánico cuenta con autonomía sustentable para realizar misiones de varios meses. La boya DORIS está atada a un arrastre o drag garantizando que el movimiento sea influenciado directamente por las corrientes marinas superficiales. Si bien la forma en que se mueven estas boyas pudiera no ser exactamente idéntica a la manera en que se mueve el sargazo que lo hace como un tapete o balsa en la superficie, los forzamientos que influencian el movimiento de ambos objetos son los mismos, por lo que esta es una opción viable para una estimación realista de los patrones de movimiento del sargazo en su travesía por el Caribe mexicano.

En 2019 y 2020, con el apoyo y en coordinación de la Semar, se desplegaron 14 boyas DORIS desde el sur de Quintana Roo, en sitios localizados en el canal entre banco Chinchorro y el continente, y al oriente de este banco. Estas ubicaciones se eligieron para tener información del movimiento de las boyas a lo largo de toda la costa del Caribe mexicano. Se observó que la distancia umbral a la línea de costa para que alguna de estas boyas terminara encallando fue muy estrecha, menos de 5 kilómetros. Suponemos que el resto de las boyas fueron impulsadas por la Corriente de Yucatán, una corriente determinante en la región y que influye sobre procesos biológicos y físicos en la región como es la surgencia al norte de Quintana Roo con la que se asocia una de las mayores agregaciones de tiburones ballena en el mundo. Estas boyas aportaron datos de patrones de movimiento en temporada de verano, cuando los vientos dominantes en la región son del este-noreste, en temporada de ciclones tropicales. A la vez es la temporada en la que mayor cantidad de sargazo arriba en las costas de Quintana Roo.

Los datos colectados describen de manera general algunas de las corrientes marinas superficiales dominantes en la región. Estas corrientes son las vías de traslado del sargazo pelágico en el Caribe mexicano, tanto para atravesarlo e ingresar al Golfo de México y la Corriente de Lazo, como para entramparse en las corrientes costeras que provocan su recale. También son útiles para la validación de mediciones con otros instrumentos de medición oceanográfica como los radares de alta frecuencia, así como para la validación y calibración de modelos numéricos de movimiento del sargazo en la región. Actualmente trabajamos en modelos modificados de DORIS para tener una forma similar a los tapetes que forma el sargazo y representar mejor su movimiento. También es necesario incrementar el número de estas unidades rastreadas con el fin de contar una representatividad temporal de la dinámica de las corrientes en la región.

Nuestra iniciativa impulsa y fortalece la soberanía tecnológica del país pues son dispositivos de medición fabricados en instituciones educativas y científicas mexicanas.

Eduardo Cuevas, Conacyt-Cinvestav/UABC
Xavier Flores Vidal, IIO-UABC
Abigail Uribe Martínez, Instituto de Ingeniería, UNAM, unidad Sisal/CIGoM)
Noé Arias Martínez, IIO-UABC
Oscar Reyes-Mendoza, Conacyt-Ecosur, Chetumal
Laura Carrillo, Ecosur, Chetumal
Correo-e: xavier@uabc.edu.mx