Jaime M. González Cano, Francisco Arreguín Sánchez y Jaime E. García Zúñiga

En los últimos nueve años la palabra sargazo implica “problemas” e incertidumbre en las costas del Caribe mexicano. Año con año, la población que vive a lo largo de la costa de Quintana Roo, la gente que se dedica a la actividad turística y las autoridades del estado se preguntan: ¿qué tan abundante serán los arribazones?, ¿serán peores que en años anteriores?, ¿en qué mes comenzarán a llegar?. Lo que llamamos sargazo está conformado de dos especies de macroalgas pardas que viven solo en la superficie del mar. Se sabe de su presencia desde que Cristóbal Colón realizó su primer viaje, en el área conocida como Mar de los Sargazos, ubicada en la zona septentrional del Océano Atlántico. Desde el año 2011, estas especies comenzaron a crecer rápidamente esparciéndose por la zona del Mar Caribe, generando problemas en las costas de los países caribeños con afectaciones al turismo, la salud de los pobladores locales y la de los ambientes costeros.

¿Por qué se generó un crecimiento explosivo en las poblaciones de estas dos especies? No se sabe con certeza y se están haciendo estudios para poder dar una respuesta a este acontecimiento. Este tipo de fenómenos no son fáciles de explicar, generalmente son muchos los factores que tienen que analizarse para poder dar respuestas concluyentes. En espera que se pueda contar con más información y, para efectos prácticos, interesa saber si el fenómeno será más abundante cada año, agravando los problemas que ya se generan. Para quienes nos dedicamos a estudiar la dinámica de recursos naturales en el medio acuático, una forma de dar respuestas es tratando de encontrar patrones en el comportamiento de las poblaciones. Cuando hablamos de patrones, nos referimos a algo que se repite o que se manifiesta, como la presencia de una tendencia a seguir creciendo o, por el contrario, si manifiesta un decremento; otra opción es que no se presente una tendencia y que oscile en el tiempo, con relación a un valor promedio. El problema es que para encontrar estos patrones y contestar a estas preguntas, se necesita más tiempo.

La problemática que está generando el sargazo y su manejo demandan respuestas rápidas. No existe un periodo de espera, además, se debe trabajar con lo que se tiene. Es importante hacer análisis con los datos e información disponibles. Estos análisis permitirán establecer el comportamiento más probable en el futuro, información que serviría para dar consejo y ayudar en la toma de decisiones. De esta manera se establece un “manejo adaptativo” utilizando la información que se va adquiriendo para futuros análisis. La información sobre la biomasa del sargazo en la nueva zona de distribución es generada desde el año 2011 por investigadores del Laboratorio de Oceanografía Óptica de la Universidad del Sur de Florida. Esta información es de acceso público. Con esta información se ha trabajado para encontrar patrones en la dinámica poblacional en nuesta zona de interés. Estos resultados también han sido analizados utilizando las anomalías de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), encontrando relaciones que permiten entender más sobre este fenómeno.

Los 12 años de datos de sargazo analizados permiten distinguir la presencia de un patrón estacional de cuatro años; lo que significa tener máximos de biomasa de sargazo cada cuatro años y, por consiguiente, mínimos también cada cuatro años. A partir del año 2018 no se observa una tendencia ascendente. De seguir con el mismo comportamiento, el promedio de biomasa de estas especies de macroalgas es probable que se mantenga oscilando entre los 53 y 115 millones de toneladas anuales, teniendo un comportamiento oscilatorio tipo convergente; pudiendo mantenerse, mientras no cambien las condiciones. Sabremos más y podremos confirmar esta oscilación en la medida que se continúe generando información que permita conocer más sobre este fenómeno. La información sobre los volúmenes y biomasas de sargazo son importantes para la planeación y prevención de este fenómeno. Solo con el paso del tiempo se podrá determinar si los resultados a la fecha son correctos o no. Sin embargo, por cuestiones de manejo y aprovechamiento, es de suma importancia conocer los años en que se esperan afluencias y arribazones máximas o, por el contrario, cuándo el recurso se comportará benévolamente y reducirá las tareas de limpieza, los gastos para la extracción y control en las playas y en las actividades relacionadas con este fenómeno.

Para abordar este fenómeno y su problemática, las tareas deben ser repartidas. En nuestro caso, analizamos este fenómeno con el conocimiento adquirido para otros recursos marinos. Se conoce poco del sargazo, por lo que la tarea de otros grupos de investigación es tratar de explicar porqué se generó, cuáles son las posibles causas de ello, de qué nutrientes se alimenta, etc. Nuestro trabajo está enfocado a entender el comportamiento de la población de sargazo, estimar qué tan rápido crece, qué tan rápido muere y qué tan rápido migra hacia la zona de interés o sale de ésta. Información que nos permite relacionarla con cuánto de lo que se genera en toda su área de distribución llega a las costas de Quintana Roo.

El trabajo que realizamos permite conocer el comportamiento de la población de sargazo año con año tratando de identificar los patrones de crecimiento y los niveles que alcanza la población. Cabe aclarar que esta información no sirve para pronosticar cuánto llega en cada playa y las variaciones que pueden darse. Ésta es la tarea de otros grupos encargados de la teledetección de las manchas de sargazo cerca de las costas del Caribe mexicano. Por lo pronto, en ausencia de más información que explique este comportamiento, con base en el análisis de la serie de tiempo, se espera un comportamiento similar en los siguientes años. De confirmar la presencia de un patrón estacional de cuatro años, se espera un nuevo máximo en el año 2026.

 

Número completo disponible en: https://www.jornada.com.mx/2023/03/19/ecologica263.pdf

Jaime M. González Cano
Inapesca/Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP)-Puerto Morelos
Francisco Arreguín Sánchez
IPN-Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas
Jaime E. García Zúñiga
Inapesca/CRIAP-Puerto Morelos
Correo-e: jaime.gonzalez@inapesca.gob.mx