Azucena Dótor Almazán y Flor Árcega Cabrera
La presencia de yacimientos de hidrocarburos en el Golfo de México es conocida por todos. Sin embargo, no hay explicaciones de su huella desde una perspectiva ambiental. La mayoría de los estudios ambientales dentro del Golfo de México se han realizado en sus zonas costeras, donde las actividades antropogénicas, incluyendo las industriales, están relacionadas con el aporte de hidrocarburos al medio ambiente.
No obstante, al interior del Golfo de México la distribución espacial de los hidrocarburos es poco conocida, por lo que la información (única e invaluable) obtenida en el proyecto Sener del CIGoM permitió detectar su presencia y ubicarlos espacialmente en la columna de agua y en los sedimentos.
Los resultados de esta investigación se plasmaron en un volumen del atlas enfocado en los hidrocarburos. Dentro de éste podemos encontrar información que abarca desde los conceptos básicos relacionados con la formación del petróleo y algunos de sus compuestos, las características de algunos sistemas petroleros dentro del Golfo de México, índices del petróleo tales como el de preferencia de carbono (IPC), fluoranteno/ (fluoranteno + pireno), la proporción de hidrocarburos aromáticos policíclicos (conocidos como HAP) de bajo peso molecular/alto peso molecular; que, en su conjunto y bajo ciertas salvedades, nos ayudan a reconocer su fuente y clasificación.
Uno de los principales aportes del Atlas de Hidrocarburos se expone en los mapas realizados para muestras de agua superficial y sedimentos. En ellos, se plasmó visualmente la distribución de los hidrocarburos en el Golfo de México.
Por ejemplo, en algunos mapas se han señalado “puntos calientes”, los cuales se refieren a sitios cuyas concentraciones son tan elevadas que superan a las determinadas en el resto de los sitios de una misma zona.
Esto nos da la pauta para pensar que quizá este punto caliente está relacionado con una emanación natural del fondo marino. Dentro de los mapas también se generaron aquellos relacionados con el origen de los hidrocarburos (índices) y su clasificación.
En éstos se planteó, a través del uso de gráficos circulares y colores, el origen probable de los hidrocarburos. La información que se obtuvo deja entrever que existe un fuerte aporte de procesos naturales en su formación. Sin embargo, no debemos olvidar que en el Golfo de México existen importantes actividades de extracción y transporte que pueden ocasionar derrames.
Una de las ventajas del Atlas de Hidrocarburos es que en su mayoría fue escrito en un lenguaje sencillo, sin tecnicismos que compliquen el entendimiento de la información que contiene por lo que puede ser útil para gente no experta en el tema. Por ejemplo, estudiantes de preparatoria, licenciatura y otro público interesado.
A pesar de ello, los datos presentados cuentan con un estricto análisis científico realizado por especialistas en oceanografía, geoquímica, biogeoquímica, geología, y una rigurosa base analítica con expertos en química analítica.
Todo esto permite que los mapas y su información, realizados por un grupo experto en sistemas de información geográfica, puedan ser usados de manera confiable por sectores especializados en el tema. Como Pemex o aquellos relacionados con el sector energético, incluso en el área de investigación.
El Golfo de México era un ecosistema poco conocido para nosotros. Nuestro conocimiento consistía principalmente en la presencia de sistemas petroleros en explotación y algunos prospectos.
Sin embargo, el estar inmersos durante dos años (tiempo de la estancia posdoctoral de Flor, que es geóloga) en la búsqueda de información y análisis de datos acerca de qué era el Golfo de México desde un punto de vista geológico, ecológico y de los servicios ecosistémicos, cambió nuestra visión y apreciación.
El trabajo nos hizo ver al Golfo de México como una zona de suma importancia a la que hay que cuidar y proteger. La importancia se la dan las zonas tan importantes como los manglares y sistemas lagunares, ambas con una amplia y vasta diversidad de especies marinas.
No hay duda de la importancia económica del Golfo de México debido a los yacimientos de hidrocarburos que contiene. Estos deben ser monitoreados para justamente evitar un impacto negativo sobre los ecosistemas que alberga.
¿Qué nos falta conocer? Creo que cuando nos referimos a áreas de tal importancia como el Golfo de México, siempre nos va a quedar corto el alcance de cualquier proyecto o estudio de investigación.
Pero consideramos, por ejemplo, que hace falta realizar monitoreos “rutinarios” y con una mayor densidad de sitios de monitoreo, que permitan conocer la variación de los hidrocarburos. Tanto en el espacio como en el tiempo.
Para ello sería necesario establecer una campaña de muestreo permanente que nos permita conocer y dar seguimiento a los cambios que se produzcan dentro del Golfo de México.
Azucena Dótor Almazán y Flor Árcega Cabrera
Departamento de Recursos del Mar, Cinvestav-Mérida
Correo-e: farcega@unam.mx
Tomado de: La Jornada Ecológica
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