Hasta el 10 por ciento de los peces en una población de corvinas rojas (Sciaenops ocellatus) mueren en las primeras 8 horas en las que entra en contacto con agua marina con presencia de petróleo, según un estudio sobre vulnerabilidad de especies marinas ante derrames petroleros, elaborado por científicos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) y de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur)

El equipo interinstitucional también demostró que el contacto con petróleo provoca un daño lento pero irreversible en branquias, gónadas y el núcleo celular de peces lenguados (Achirus lineatus), así como destrucción de fitoplancton, que es la punta de la cadena alimenticia marina.

Los investigadores difundieron estos datos como parte de los resultados del mega proyecto de investigación marina CIGoM que involucró a más de 100 investigadores de diferentes campos de actividad pero que se organizaron para evaluar la vulnerabilidad de los ecosistemas del Golfo de México en caso de que llegara a ocurrir un accidente petrolero en altamar, dentro de jurisdicción mexicana.

La preocupación es justificada por los efectos que tuvo, en 2001, el incendio y derrame de la plataforma petrolera Deepwater horizon, en la zona del Golfo de México, que está dentro de la jurisdicción de Estados Unidos.

Una corvina.

Una corvina.

Los investigadores Rossanna del Pilar Rodríguez Canul, Jorge Herrera Silveira, investigadores del Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav Unidad Mérida, y Daniel Pech, de El Colegio de la Frontera Sur Unidad Campeche, participaron en un estudio para evaluar, en condiciones experimentales, la vulnerabilidad de los peces lenguado, que habita en el fondo marino; de la corvina roja, presente en la columna de agua, y de comunidades de fitoplancton que fueron expuestas a diferentes concentraciones de hidrocarburos. En los experimentos se identificó que conforme aumenta la concentración de hidrocarburos y el tiempo de exposición, también incrementa la vulnerabilidad de ambas especies.

Además, registraron alteraciones en la expresión de genes relacionados con la respuesta a contaminantes, cambios en el núcleo de las células (microcitos y micronúcleos), daños en branquias, gónadas e hígado; impactos que se vuelven más graves e incluso irreversibles a mayor tiempo de contacto con el petróleo.

Rodríguez Canul explicó que los lenguados (A. lineatus) son más resistentes al petróleo; en cambio las corvinas (S. ocellatus) tuvieron alrededor de 10 por ciento de mortalidad a ocho horas de la exposición inicial.

Las comunidades de fitoplancton, microorganismos que conforman el primer nivel de la cadena alimenticia en los océanos, fueron evaluadas en ensayos conocidos como mesocosmos, un sistema en el cual se recrean las condiciones naturales del organismo estudiado. Y se demostró que a mayor concentración de petróleo cambian los grupos predominantes o hay alteraciones en su tamaño: son más pequeños.

La sustitución de unos grupos por otros podría favorecer a especies potencialmente tóxicas. Las posibles implicaciones de la reducción del tamaño de estos organismos son a nivel de la cadena alimenticia y en la cantidad de dióxido de carbono atmosférico que el fitoplancton captura, un aspecto que ya se está investigando al ser relevante en el contexto del cambio climático, explicó por su parte Herrera Silveira.

Si bien, agregó, los datos mostraron que el fitoplancton es vulnerable ante un derrame de petróleo, después de cierto tiempo algunos grupos se recuperan, pero esto depende de las condiciones ambientales dadas por la estacionalidad (temporada seca, de lluvias y de nortes) y la cantidad de nutrientes disponibles

En el estudio con los peces se incluyó a 108 lenguados traídos de la costa de Yucatán y 120 corvinas de Campeche, que fueron distribuidos en peceras en donde se aclimataron por dos meses antes del contacto con el petróleo.

Investigación

Recrearon condiciones en laboratorio

: En laboratorio se reprodujeron las condiciones de concentración de petróleo en agua, ante posibles derrames.

Las pruebas con fitoplancton consistieron en llevar a laboratorio agua de puerto de Progreso, en Yucatán, y evaluar la respuesta de estos microorganismos de ocurrir un derrame de petróleo de diferente magnitud y en tres escenarios climáticos característicos del sureste del Golfo de México: lluvias, secas y nortes. Los cambios reportados en la morfología del fitoplancton fueron detectados a través del microscopio de luz y el electrónico. Los datos obtenidos en los experimentos sirvieron para estimar la vulnerabilidad. Sensibilidad y capacidad de adaptación o recuperación.

Tomado de: Crónica