Las tortugas marinas son especies migratorias de maduración sexual tardía, longevas y que utilizan distintos hábitats en su ciclo de vida. Fotografías: Claudio Contreras Koob.
María de los Ángeles Liceaga Correa Abigail Uribe Martínez
Eduardo Cuevas Flores
Investigadoras e investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional
Las tortugas marinas son especies migratorias longevas, de maduración sexual tardía y que residen en distintos hábitats durante su ciclo de vida. En aguas mexicanas del Atlántico encontramos cinco especies de tortugas marinas: carey (Eretmochelys imbricata) verde o blanca (Chelonia mydas) caguama (Caretta caretta) lora (Lepidochelys kempii)
laúd (Dermochelys coriacea).
En México, todas las especies están catalogadas en peligro de extinción; enlistadas en la norma oficial mexicana nom-059-semarnat-2010, son prioritarias para la conservación y objeto de tratados internacionales para su restauración. Aunque las tortugas marinas pasan más del 95 % de su vida en hábitats marinos, el conocimiento de éstos resulta insuficiente pero imprescindible para la conservación efectiva de estas carismáticas especies. Por ello, el objetivo principal del subproyecto Hábitats críticos de tortugas marinas fue generar información científica acerca del uso que estas especies hacen de los mares y conjuntarla con el conocimiento 20o de expertos para así diseñar acciones de conservación, incluyendo un plan de atención a tortugas marinas y sus hábitats ante contingencias por derrames de petróleo.
Rastreo satelital y hotspots de tortugas marinas
Entre 2016 y 2018, rastreamos satelitalmente 85 tortugas de cuatro especies gracias a la colaboración de instituciones académicas, organizaciones civiles y gobiernos estatales y municipales que monitoreaban en ese momento las 47 playas de anidación seleccionadas para este estudio en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Con estos datos se identificaron las áreas marinas donde las tortugas se congregan para alimentarse, descansar o reproducirse, y sus rutas de migración.
Asimismo, gracias al uso de más de mil imágenes satelitales, identificamos zonas de sargazo, un ecosistema flotante común en la costa central de Veracruz y en el norte de Tamaulipas, potencialmente aprovechadas por las crías como área de desarrollo en su primera etapa.
Si bien las herramientas tecnológicas son imprescindibles para responder a preguntas tales como ¿dónde viven las tortugas?, la suma del conocimiento y el apoyo de los expertos de la región fue estratégico para determinar cuáles son las áreas críticas (las llamadas hotspots) para la viabilidad a largo plazo de las poblaciones. Mediante talleres y reuniones, en voz de los expertos, se ponderaron los niveles de importancia de las especies estudiadas y sus hábitats, las amenazas y presiones que sufren, así como los esfuerzos realizados para conservarlas. De este modo, uno de los principales resultados fue la identificación de hotspots de tortugas marinas en las costas de la península de Yucatán, Tabasco y Veracruz.
Estas áreas están conectadas por corredores migratorios donde individuos de distintas especies se trasladan entre sus playas de anidación y las áreas de alimentación, en donde residirán por más de dos años hasta su siguiente temporada reproductiva. Además, observamos cómo un porcentaje de tortugas abandonó el territorio mexicano para establecerse en Honduras, Nicaragua, Belice, Cuba y Florida.
Aportes del Consorcio de Investigación del Golfo de México
Antes de este subproyecto (2015), en el sur del golfo de México, investigadores mexicanos rastrearon cerca de 100 tortugas marinas en el periodo 2000-2015. No obstante, en tan sólo tres años el CIGoM estudió el mismo número de individuos, revolucionando el conocimiento de estas especies en peligro de extinción a una tasa de un quinto del tiempo que históricamente había tomado.
Al considerar los conocimientos de las personas que desde hace décadas realizan esfuerzos de conservación y monitoreo en las playas, se gestaron herramientas, especialmente explícitas, de apoyo a la conservación; de esta manera, se promovieron la transferencia y la adopción de los productos entre los mismos actores que dieron su apoyo para generarlos. El Plan de atención a tortugas marinas y sus hábitats ante contingencias por derrames de hidrocarburos en el golfo de México se gestó como un esfuerzo combinado entre expertos de diferentes especialidades con el propósito de obtener un instrumento que establezca protocolos de acción e involucre la visión del sistema de mando único de la Secretaría de Marina (SEMAR).
Los productos representan un hito en el conocimiento de estas especies en peligro de extinción. Adoptarlos y aplicarlos como herramientas de política pública con fines de conservación y manejo de sus poblaciones, es un reto latente y debe ser atendido de forma multisectorial. Al mismo tiempo, entre otros beneficios que conlleva su implementación, se generan oportunidades para la continuidad en la conservación y restauración de la biodiversidad marina, incluyendo la armonización de actividades socioeconómicas de alta relevancia para el bienestar de las comunidades, como son la pesca artesanal, el turismo local y el impacto de los arribazones de sargazo a sus hábitats críticos.
Este esfuerzo constituye un parteaguas en la conservación de especies marinas prioritarias en México, ya que favoreció la creación y el fortalecimiento de capacidades humanas, profesionales y de infraestructura. Ahora toca sostener este impulso y expandirlo en el corto plazo para maximizar el beneficio propiciado por la inversión inicial y facilitar el cauce de dichas capacidades, a fin de atender problemas nacionales y temas estratégicos en el ámbito del conocimiento ambiental.
Agradecimientos
A los responsables de los campamentos tortugueros, instituciones gubernamentales y académicas, organizaciones de la sociedad civil y estudiantes.
Recent Comments