Por: Angélica Enciso L.
Ciudad de México. En el Golfo de México, donde se desarrolla gran parte de la actividad petrolera del país, es posible hacer frente a los derrames de hidrocarburos con bacterias que se encuentran en esa región, capaces de degradar de hidrocarburos de manera natural, sin procesos químicos o disolventes que realmente no eliminan la sustancia.
Esto explicó Alexei Licea, quien está a cargo de la línea de investigación de degradación natural de hidrocarburos del Consorcio de Investigación del Golfo de México (Cigom), establecido en 2015, tras el derrame de petróleo de 2010 en el Golfo de México debido a operaciones de la empresa British Petroleum y por el cual el país no obtuvo indemnización.
En el Cigom participan decenas de expertos de diversas instituciones públicas en distintas líneas de investigación.
En entrevista explicó que las bacterias se concentran en zonas donde hay explotación de hidrocarburos y donde, como el Golfo de México, hay emanaciones naturales de ellos. “Lo que se hizo fue monitorear, tomar muestras a lo largo de la parte mexicana de esa región, se analizaron las muestras y las bacterias que tenían los genes específicos para degradar el petróleo”.
El petróleo es distinto en cada zona, en el mismo Golfo de México hay diferentes tipos, “unas bacterias que pueden degradar hidrocarburos ligeros, difícilmente podrán hacerlo con los pesados. Están acondicionadas al tipo de hidrocarburos”.
Dijo que en caso de un derrame petrolero, “hay una colección de bacterias degradadoras en tres puntos del país, en Mérida, en Morelos y en Ensenada. Están en pequeños tubos y si llegara a haber un derrame, los otros grupos del Cigom podrían apoyar al gobierno para tomar decisiones”. Precisó que en este momento no se podría ir a agregar las bacterias en caso de un derrame porque no hay la cantidad suficiente para agregarlas, y se requieren equipos para reproducirlas”.
Apuntó que existe el riesgo de un derrame de petróleo, ya que hay una gran cantidad de buques que lo transportan, el país tiene la intención de elevar al doble la capacidad de almacenamiento de hidrocarburos y los riesgos se incrementan.
Tomado de: La Jornada
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